12 sept 2011

Gullit y Van Basten en el Castillo Mágico

Hace varios años, en una conocida casa comercial, vendieron unas pequeñas figuras de duplas de grandes equipos de fútbol: Maradona y Careca del Napoli, Ronaldinho Gaucho y Carles Puyol, Gullit y Van Basten del AC Milán entre otros.
Me arrepiento de no haber completado la colección, sólo compré la dupla de Ruud Gullit y Marco Van Basten.
En ese momento no me imaginé que tendría una hija, ni mucho menos que le guste el fútbol.
Sólo tú púdiste hacer que Gullit y Van Basten tiren paredes con las hermanas Blanca Nieves (las mellizas). La Blanca Nieves Abuelita era la DT y daba indicaciones fuera del campo mientras Blanca Nieves Mamá preparaba el almuerzo. Se armó el tole tole cuando entraron al juego los Ponys Felices.
Quizás sea tu forma de hacerlos practicar fútbol en espacios reducidos.
En el Castillo Mágico todo puede pasar, el sábado por la tarde cerraste el acuerdo con los 7 enanos y un nuevo Pony Feliz.
No hay tarjetas en este juego, al que pega lo mandas a pensar un rato al rincón y se reincorpora al cabo de un momento.
Este fin de semana que te quedas conmigo, no me quiero perder el siguiente partido.

7 sept 2011

Ollanta Humala en mi casa

Te digo "hijita, vamos a hacer la tarea" y corres para tomarme de la mano y llevarme a la mesa donde está el fólder con tus tareas pendientes. Lo llevamos a la pequeña mesa que adaptamos para ti y comenzamos.
Puede ser recortar por la línea punteada, encerrar en un círculo a los tres tristres tigres, pegar figuras que comiencen con "I" o un juego de memoria. Debo confesar que a mí también me gustan esas tareas.
Terminas y me pides más tareas, debo dejar algunas para que las hagas con tu mamá, así que me invento tareas sencillas para realizarlas contigo.
Buscar a los cachorros de labrador de papel higiénico Suave, buscar animales de la selva o del mar. Los recortamos y pegamos en hojas de papel bond.
Me gusta recortar la revista Somos porque fuera de las figuras que recortamos, el contenido es una real basura. Me ahorra el viaje a la librería a comprar láminas.
Hace una semana me sorprendiste, me pediste que recorte la foto del presidente Humala. Recordé que por fiestas patrias te enseñaron quién era el presidente, el ave nacional, platos típicos y alguna otra muestra de peruanidad.
-Mira, presidente Humala
-Si hijita, es el presidente Humala
-Es bueno
-Si hijita, es un hombre bueno (perdóname por mentirte pensé)
-Córtalo para pegarlo en mi hoja
Estupefacto, no me pude negar ante ese pedido y comencér a recortar la figura. La recorté lo mejor que pude y la pegaste sobre una hoja de papel vacía.
Después recortamos un elefante, los cachorritos de papel higiénico Suave que tanto te gustan, niños en una piscina y un par de autos.
Ahora está la foto del presidente Humala, a la vista de todos, sobre un ruma de papeles encima de la mesa donde haces tus tareas.
Quiénes me conocen saben que más que derechista, soy anti-izquierdista. Y, aunque espero equivocarme, creo que Humala se va a reelegir cuchucientos años como Hugo Chávez pero si gobierna hasta que seas adulta, que por lo menos ese alguien te caiga bien. Solo eso, que al menos te caiga bien.
En lo que respecta a mí, de tanto verlo, ya hasta me está cayendo menos mal.

1 sept 2011

Redención

Desde antes que comiences a caminar te llevo al parque que está a la vuelta de la casa. Antes de que puedas hablar ya me señalabas la calle porque siempre te ha gustado salir a pasear.
Cuando te quedas conmigo los fines de semana, aprovecho en llevarte al parque a jugar o vamos para buscar ardillas como últimamente hacemos.
Hemos conocido algunas personas (y a la vez personajes) que ya son conocidos nuestros. A veces pienso que quizás nosotros también seamos tema de conversación de otros padres con sus hijos, pues eres la única Blanca Nieves que se ha visto en los últimos tiempos por esos lares.
Uno de los personajes que hemos conocido es la niña con pezuña. No sé su nombre real, aunque tú la llamas Flor por algún motivo que desconozco.
La fetidez de sus pies te debe haber impactado tanto como a mí, cuando pasó por tu lado pusiste esa cara de extrañeza tan tuya y me dijiste "papito, esa niña tiene pezuña". Sonreí para mis adentros y te dije que seguramente su mamá no la había bañado.
Esa tarde me juré que jamás dejaría que te pongan esos horrendos zapatos tipo crocs que llevaba puestos esa niña. No quiero tener una hija con pezuña.
Cabe señalar que nunca más nos volvimos a cruzar con esa niña (con pezuña), pero la hemos tenido presente todo este tiempo. Durante todos estos meses, la niña con pezuña ha sido el arquetipo de la suciedad y malacrianza.
La niña con pezuña se hace la pichi en el calzón, la niña con pezuña no come verduras, la niña con pezuña salta y juega en las escaleras, la niña con pezuña hace berrinche, la niña con pezuña no obedece a su papá, la niña con pezuña no se lava los dientes y es chimuela. Todos estos delitos contra la moral y las buenas costumbres se los hemos imputado a la niña sin mayor identificación que el mal olor de sus pies.
A ti no te gusta parecerte a ella y en cuanto te decía que te estás portando como la niña con pezuña, inmediatamente te volvías a comportar como la niña cariñosa y obediente que normalmente eres.
Ayer ese símbolo del mal, alcanzó la redención. Sólo un alma tan pura y buena podía redimir a un personaje al que le habíamos achacado tantos vicios.
Ayer me dijiste que la niña con pezuña ya no tiene pezuña. Y cómo así te pregunté intrigado. Me contaste que ya se había dejado bañar por su papá (lo habíamos llamado el papá con pezuña) y qué él también se había bañado. Ahora son limpios como nosotros me dijiste. Ya no le digas niña con pezuña porque ahora se llama Flor, come verduras, se baña y es obediente.
Ser tu papá me enseña muchas cosas, me enseñaste que todos podemos obtener la redención y hacer un borrón y cuenta nueva.