7 nov 2011

Tu llegada

La primera vez que supe de tu llegada fue una calurosa mañana de enero.
Tu mamá fue con su hermana a un centro médico para hacerse el examen de embarazo. Recuerdo bien el lugar donde se hizo ese examen porque pasamos por ahí cada vez que te llevo a su casa.
Estaba sentado haciendo nada en mi trabajo (como es habitual hasta antes del mediodía) ansioso por saber el resultado.
Entra la llamada de tu mamá, su voz suena contenta y emocionada. Me hubiera gustado estar ahí con ella en ese momento. Vas a ser papá me dijo.
Bajé corriendo las escaleras y corrí hacia el parque que está a la vuelta, alzo los brazos y aprieto los puños.
Grito de emoción las dos palabras que tú ya conoces y que te hacen sonreir porque no tienen sentido.
Eres la primera y la mejor, eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
Tú eres perfecta, el imperfecto soy yo. Sin embargo, aún así puedo sentir que el infinito amor que te tengo es correspondido. Y eso me basta.

1 nov 2011

Alianza Lima

Despierta, ya es de día, cámbiame, quiero ver a Alianza dices de golpe después de darme un beso para despertarme.
Así que me despabilo y pongo uno de los DVD de partidos de Alianza Lima que tengo. Es una mañana de fin de semana habitual para nosotros, no he conocido ninguna otra niña a la que le guste tanto ver fútbol.
Debo reconocer que lo único que yo veo en televisión es fútbol, pero esta afición sólo la tengo desde la adolescencia. Tú la tienes desde aprendiste a decir gol.
Antes de cada partido de Alianza, sea actual o repetición, nos persignamos ante la imagen del Señor de los Milagros que tú hiciste en el nido. Ningún sacerdote la ha bendecido pero para mí ya es una imagen sagrada.
Esa mañana nos emocionamos con las jugadas repetidas, gritamos los goles del ayer y aplaudimos a los jugadores que ya no están.
Me traes mi camiseta blanquiazul y me dices póntela, me la pongo y te digo que todo lo mío es tuyo. Esta camiseta también es tuya añado. Papito, somos Alianza me dices y me abrazas muy fuerte.
Eres la mejor compañera que podría tener en la tribuna, tu y yo, padre e hija.
Mientras tú estés a mi lado, no me importa el resultado.

Cristiano Ronaldo

No uso champú Clear Men, nunca lo usaría porque tiene como imagen a Cristiano Ronaldo. Al igual que muchas personas no soporto a Cristiano Ronaldo.
Tampoco me gusta Lio Messi, pero en esa maniquea respuesta a la  pregunta de cuál es el mejor jugador del mundo, prefiero responder que el argentino me parece el mejor.
Durante las tardes vemos televisión, te gusta ver fútbol. Muchos no me creen pero es cierto te gusta ver fútbol.
Eres la hija perfecta, pienso. Felizmente no te pareces a tu mamá que me quería imponer la estupidez de Grey's Anatomy o al idiota de Seinfield. Quiero ver fútbol, me dices con seguridad mirándome fijamente con tus hermosos ojos negros.
Durante el entretiempo ves el comercial de Clear Men y gritas ahí está mi papá y yo pienso que no puede ser. No puede ser que mi hija me perciba como un afeminado de cejas depiladas y cabello engominado.
-Hijita, mírame bien te digo. Papá si tiene cejas, mira.
-El es bonito papá
-Si hijita, es bonito
Me quedo en silencio, qué te puedo decir, te parece guapo Cristiano Ronaldo y debo respetar tus gustos aunque no los comparta.
Al fin y al cabo, sería peor que te guste Justin Bieber o los Jonas Brothers.