7 nov 2011

Tu llegada

La primera vez que supe de tu llegada fue una calurosa mañana de enero.
Tu mamá fue con su hermana a un centro médico para hacerse el examen de embarazo. Recuerdo bien el lugar donde se hizo ese examen porque pasamos por ahí cada vez que te llevo a su casa.
Estaba sentado haciendo nada en mi trabajo (como es habitual hasta antes del mediodía) ansioso por saber el resultado.
Entra la llamada de tu mamá, su voz suena contenta y emocionada. Me hubiera gustado estar ahí con ella en ese momento. Vas a ser papá me dijo.
Bajé corriendo las escaleras y corrí hacia el parque que está a la vuelta, alzo los brazos y aprieto los puños.
Grito de emoción las dos palabras que tú ya conoces y que te hacen sonreir porque no tienen sentido.
Eres la primera y la mejor, eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
Tú eres perfecta, el imperfecto soy yo. Sin embargo, aún así puedo sentir que el infinito amor que te tengo es correspondido. Y eso me basta.

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